Llega el veranito y empieza a apetecer la cocina fresca. Ayer no estaba muy inspirada y mirando mi nevera, cogí una cosa de aquí y una de allí y el resultado fue un salteado que estuvo de rechupete, además, con nuestro ingrediente mallorquín, la sobrasada. Y para acompañarlo, una ensalada de col y cebolla, pero con un aliño especial, que solo mi marido sabe darle ese toque que tanto nos gusta.
A veces las cosas más sencillas son las que más gusto nos dan a nuestro paladar.